INTRODUCCION
En el contexto de la pesca responsable y en base a los objetivos de la pesca sostenible, la
demanda pesquera en el mundo constituye una preocupación cada vez mayor. El exceso de
presión sobre los recursos pesqueros es uno de los problemas que contribuyen en gran medida
a la sobrepesca, la degradación de los recursos pesqueros marinos, la reducción del potencial
de producción alimentaria y a considerables pérdidas económicas.
En el Código de Conducta de la FAO se indica que los Estados deberían tomar medidas para
prevenir o disminuir la presión sobre los recursos pesqueros y deberían velar por que los
niveles del esfuerzo pesquero sean compatibles con el uso sostenible de los recursos marinos y
costeros.
A pesar de conocida la importancia de los ecosistemas marinos y costeros y la relevancia de su
conservación, en el ámbito mundial, la creación y el manejo efectivo de las áreas marinas
tienen un menor desarrollo en comparación con procesos similares en ecosistemas terrestres.
Se puede decir que los procesos de conservación de los ambientes marinos y costeros todavía
están en formación en relación con el banco de conocimiento, herramientas y financiamiento
disponible para los ecosistemas y la biodiversidad terrestre.